otra vez abrimos las puertas para salir a jugar
una vez más llenamos la vereda de colores para dejarlos y dejarnos volar
mates, torta y pochoclos iban de mano en mano
La Malagua nos acompañó con sus hermosas canciones, que fueron una caricia al alma
terminamos la tarde en un abrazo alrededor del fuego, que encendió la flor de los secretos que realizaron los chicos
el compartir con amigos y las familias fue lo más grande de la tarde
¡gracias a todos!
y seguiremos apostando a más encuentros de colores!